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La segunda queja de Habacuc

12 ¡Tú, Señor, existes desde la eternidad!
    ¡Tú, mi santo Dios, eres inmortal![a]
Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia;
    tú, mi Roca, los has puesto para ejecutar tu castigo.
13 Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal;
    no te es posible contemplar el sufrimiento.
¿Por qué entonces toleras a los traidores?
    ¿Por qué guardas silencio
    mientras los impíos se tragan a los justos?
14 Has hecho a los hombres como peces del mar,
    como reptiles que no tienen jefe.

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Footnotes

  1. 1:12 eres inmortal (lit. no morirás; según una tradición rabínica); no moriremos (TM).